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…Phobos y sus múltiples cuevas ofrecen otro deporte extremo, la espeleología. Las cuevas serán hogares naturales que protejan a los visitantes de las tormentas de meteoritos y los mortales rayos cósmicos. Al salir de casa veríamos a Marte en el cielo a solo seis mil quinientos kilómetros de distancia, no mas lejos que Nueva York de Londres. Phobos es como una estación espacial en órbita alrededor de Marte, de ahí se puede viajar al planeta rojo para volver a la seguridad de un hogar protegido de las tormentas marcianas de arena. Puede que lleguemos a ver a un ser humano contemplando Marte desde una pequeña mota llamada Phobos.

Todas las lunas tienen algo en común, los cráteres. Desde las cicatrices de nuestra Luna hasta Calixto de Júpiter, el cuerpo más castigado del Sistema Solar. Nuestras noventa y cinco lunas, casi todas sin atmósfera que las proteja son el blanco favorito del Sistema Solar. Aquí es donde la NASA intenta recrear a cráteres con este cañón gigante de seis metros de largo. No hay un arma como esta en el mundo, es una de las más rápidas del Oeste, dispara veinte veces la velocidad del sonido, casi a siete kilómetros por segundo si lo puede imaginar. Dispararemos este pequeño proyectil que tiene una fuerza tremenda, cuando esto golpea no queda nada, y eso es básicamente lo que intentaremos simular, un mini-asteroide que va a chocar con la Luna. El trabajo de Peter Shult registra el nacimiento de un cráter, puede variar el ángulo del cañón y disparar contra materiales distintos. Hoy ha bajado el ángulo del disparo tratando de descifrar una serie de extraños cráteres de Marte. Va a disparar contra un bloque de metal. En Marte encontramos cráteres oblongos, tanto que han debido formarse a un ángulo extraordinariamente bajo. Muy probablemente indican que cayeron de órbita tratándose de satélites caídos sobre la superficie del planeta. Shult cree que estos cráteres de ángulo agudo son básicamente marcas de frenada creadas por la desaparición de unos doscientos satélites caídos de la órbita de Marte. Marte es un destructor de lunas. Vayamos a Phobos cuanto antes porque tiene los días contados. En los próximos cuarenta millones de años esta pequeña luna se unirá a las otras doscientas estrellándose contra la superficie. Ahora Shult tratará de recrear un cráter gigante en nuestra luna mediante una pequeña esfera de cristal. Prueba una variedad de ángulos, solo uno, un ángulo oblicuo, genera el cráter sin destruir la esfera. Esta fractura se parece notablemente al Heiken del polo sur, el cráter por impacto más grande del Sistema Solar, tanto que cubre el quince por ciento de la superficie de la Luna. Si el ángulo hubiera variado en unos pocos grados, la Luna ya no existiría.

Todas las lunas son afortunados supervivientes del último gran impacto, en todas se aprecian unas cuencas enormes, si el objeto hubiera sido un poco más grande o el golpe más directo, los satélites serían escombros. Una vez hubo cientos de lunas, quizá incluso miles, en el Sistema Solar. Nuestros noventa y cinco mundos son los afortunados supervivientes.

Colón tardó casi tres meses en llegar al Nuevo Mundo. El viaje de cuatrocientos mil kilómetros hasta la Luna solo duró tres días, aunque entonces usamos tecnología relativamente primitiva con ordenadores menos potentes que las actuales calculadoras de bolsillo, una breve oleada exploratoria probó nuestra capacidad de visitar otro mundo. Gene Cernan, astronauta del Apolo XVII ; … se va bajando, de pronto se está muy cerca y los motores empiezan a remover el polvo, el momento más silencioso de toda mi vida habrá sido cuando de pronto todo se detuvo, aterrizamos en la superficie de la luna y ahí fuera había silencio y quietud, estábamos en otro mundo, veíamos lo que ningún ser humano había visto desde el principio de los tiempos. Cernan es uno de los solo doce seres humanos que han caminado sobre otro mundo, encontró un paisaje sobrio, alienígena, sin aire. Uno se da cuenta de que está a la luz del Sol rodeado por la negrura más negra imaginable y ahí está la Tierra, en medio de esa oscuridad, ¡ vaya paradoja para la Tierra ¡ rodeada de la luz solar y rodeada de oscuridad. Los astronautas luchan contra un sexto de la gravedad, - esto no va muy bien, a eso se le llama meterse de cabeza en el trabajo - , - ya lo tengo - , Jack Smith con unos problemitas, hasta que encuentren una forma nueva de desplazarse, entonces dice el ordenador que para ir de un lugar a otro no tiene sentido caminar, fuimos saltando, es la mejor forma de viajar. Bajaba las laderas de las colinas como un niño pequeño, cuando estaba en cuarto o en quinto bajábamos así, no tenía sentido andar. Un viaje muy diferente. Los astronautas recogen las rocas más viejas jamás encontradas, algunas hasta con cuatro mil quinientos millones de años. Están extrañamente secas, como si asáramos una roca de la Tierra hasta que se evaporara toda el agua. A salvo en el módulo lunar, Cernan examina estas rocas asadas con todos los sentidos; - algo que me llegó muy rápido fue que olían a pólvora gastada como una pistola o un rifle recién disparados, algo muy familiar-. La composición de estas rocas propone una osada teoría, la Luna nació de la Tierra. Ahora los científicos creen que hace cuatro mil quinientos millones de años un objeto del tamaño de Marte chocó con la Tierra liberando una cantidad inimaginable de energía. El choque expulsó más de setenta billones de toneladas de roca al espacio. Los escombros se unieron formando un mundo fundido y salvaje, creándose rocas secas junto a volcanes y mares de lava. Al final la Luna se enfrió ocultando todo rastro de su nacimiento cataclísmico. En este mundo abrumadoramente gris Cernan descubre un destello de color, terreno naranja. – Lo he movido con el pie – eh, sí, lo veo, es naranja – fantástico - . Cernan ha retrocedido en el tiempo pues el suelo está formado de piedras volcánicas de color naranja con casi cuatro mil millones de años, restos de una antigua fuente volcánica de fuego atestiguan que este mundo aparentemente muerto nació con violencia. El catorce de diciembre de mil novecientos setenta y dos, Gene Cernan abandonó la Luna, fue el último hombre que visitó otro mundo. Con los desafíos de la ….

 

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