El delfín de El tinglado
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Pasiegos cántabros

Con la información que tenéis aquí podéis escribir un breve comentario acerca de estos pasiegos nativos de Cantabria en el norte de España. 

Otros personajes típicos.

 

 

Por Javier Escajedo en Geografía-Historia el 29.03.06 con 2 comentarios Bookmark and Share
Palabras clave niño, niña, primaria, lectura, pasiego, pasiega

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2 comentarios

     
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[1] Por Leonor Quintana el 29.03.06/22:07 Enlace permanente   Responder 

Leonor Quintana

Sin saberlo, me has hecho un regalo:
Tengo un árbol genealógico en casa y he visto que los padres de la madre de mi abuelo paterno eran de San Roque de Riomiera...
Preciosas las imágenes y la música.
Gracias, Javier!

P.D.: No sé por qué después del archivo de audio aparece un espacio en blanco tan grande... Echa una ojeada.

[2] Por Javier Escajedo el 29.03.06/22:31 Enlace permanente   Responder 

Javier Escajedo

El espacio libre tan grande se debe a que se reserva para las páginas del pasiego y de la pasiega a la vez que se evitan salidas de barras de desplazamiento innecesarias y confusas para los alumnos/as (basta que manejen la barra del Tinglado aunque en el primer pantallazo quede tanto espacio libre).

San Roque de Riomiera es un lugar especial para mí y mi infancia porque una de mis primeras escuelas en Maliaño organizaba excursiones infantiles a ese pueblo, en pequeños grupos y utilizando "la lechera" (camioneta de reparto de leche) como medio de transporte. Desde muy pequeño me llamó la atención esa zona y esas gentes recias de monte, diseminadas y aisladas para nuestros ojos mas urbanos, no tanto para los suyos.

De San Roque hacia arriba, subiendo hacia lunada, hay unos barrancos en cuyos profundos fondos he visto volar las águilas con una sensacional emoción y vértigo ante tan soberbios paisajes. Cuando voy a mi pueblo a ver a mi familia, todavía suelo perderme en coche por estos lugares que recorrí como escolar excursionista y, a veces, como adolescente huído en alguna de sus escapadas.

Son unas hermosas tierras que aún hoy, cada vez menos, conservan esa brava naturaleza de las montañas cántabras.

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