Texto vídeo 5.- (Plataforma espacial): ¿ Esto haría saltar agua y probar así la teoría?. Desgraciadamente no, pero fue un buen intento. David Gump representa a la nueva generación de empresarios espaciales, está planeando financiar una misión a la Luna con fines comerciales. En su cuartel general del desierto de California, Gump posee un modelo de cohete reciclado. Desde la órbita de la Tierra el cohete lanzará una escalera en busca del agua. No existen pruebas definitivas de que haya agua allí, nuestro robot aterrizará probablemente en el polo sur, cerca de la llamada “Cima de la vida eterna”, para dirigirse después al interior de uno de estos oscuros cráteres de los polos y comprobar si existe hielo y en tal caso recuperarlo para formar nuestro primer oasis espacial. Si logramos confirmar que existe suficiente cantidad de agua en los polos lunares significaría que nuestras naves podrían repostar allí, lo que supondría que las misiones a Marte y a otros puntos más lejanos del Sistema Solar serían finalmente factibles, sería la primera vez que no utilizaríamos como base la Tierra para explorar el espacio. Las perspectivas de Gump dependen del agua lunar, hace posible la vida dado que el hidrógeno y el oxígeno líquido se convierten en combustible para los cohetes, su Luna es un puerto de abastecimiento.

Creo que la Luna es un puente fundamental en la conquista del espacio, el Sistema Solar es un lugar gigantesco. Si tuviéramos un lugar cerca de casa donde entrenarnos y probar el equipo, un lugar donde si hay un problema puedes pedir ayuda, sería fundamental. Si vas camino de Marte y tienes un problema estás vendido. Si existe agua, las colonias lunares serán el paso siguiente pero no serían como los asépticos módulos de la fantasía científica sino como las estructuras de adobe de los desiertos mejicanos y del sudoeste de Estados Unidos. Los pioneros lunares construirían sus viviendas con el polvo lunar. La NASA está recogiendo datos. La próxima vez que vayamos a la Luna nuestros trajes serán de una tecnología muy avanzada pero tendremos que depender de los recursos naturales básicos para construir nuestras viviendas. La palabra clave de la vida fuera de la Tierra es ahorro, las primeras viviendas lunares podrían parecerse a estas construcciones del museo de viviendas tradicionales de California. Cada cantidad de material que llevemos desde aquí hasta la Luna costará de dos a tres veces su peso en oro, por eso es vital poder utilizar los materiales que haya allí. Tubos llenos de polvo lunar amontonados en espirales. Parece una ironía que volvamos a los orígenes de la historia, pero no, realmente no se así, es tomar el mejor legado de cada civilización y desarrollarlo con vistas al futuro.

Como la montaña rusa. Un arquitecto espacial habla con un especialista en cohetes, el tema del que están hablando es el transporte, la forma más barata de despegar de la Luna. ¿Crees que esto será similar a lo que nos encontraremos en la Luna?, - me temo que sí - , ¿podríamos despegar con esto de la Luna?, un viaje de levitación magnética que nos pone rumbo a Marte, la NASA lo está estudiando. La fuerza de gravedad de la Luna es 1/6 de la de la Tierra y es cien veces más barato lanzar vehículos espaciales desde la Luna pero imagínense tener que pasar tres años aquí para llegar a Júpiter. El espacio es horrible, es necesario tener algo de gravedad porque sino el sistema inmunológico se atrofia, los huesos se vuelven como tiza, la gravedad es imprescindible. La única forma de obtenerla es mediante un gigantesco aparato giratorio que lo arroja a uno contra las paredes. Y eso es lo que se planea hacer, un gigantesco anillo inflado con hielo de la Luna. Este hielo estaría almacenado en una estación de abastecimiento en la órbita lunar. No se trataría de construir una nave espacial, sino de inflarla. Esto sería una bolsa de plástico del tamaño de un campo de futbol, parecería una llanta enorme, se infla con agua, el resultado es una nave espacial de hielo. El anillo gira y los pasajeros que transporta tienen gravedad. El hielo almacenado en las paredes le proporciona al cohete la energía necesaria en forma de vapor. En el viaje de vuelta se repostaría en una de las lunas de Júpiter. Nunca se me hubiera ocurrido pensar que un cohete propulsado por vapor tuviera cien veces la capacidad del mejor de los cohetes. Eso significa que podría transportar a cien personas hasta Júpiter y a todas las lunas de Júpiter; Galímedes, Calixto, Europa… es absolutamente increíble.

Lo único que se necesita para que este cohete de propulsión por vapor funcione es la planta de energía de un submarino nuclear, es posible que también sean de interés los miembros de la tripulación. Los submarinos fueron las primeras plataformas en las que pensó el programa espacial como medio de averiguar la reacción de las personas a viajes largos en completo aislamiento. Se ha aprendido mucho de la tripulación de los submarinos, esta sería el tipo de personas que encontrarían muy interesante el proyecto y que verían la oportunidad de hacer algo semejante como una experiencia muy emocionante. Por el momento el obstáculo radica en el factor nuclear. Un mundo que permitiera el desarrollo de naves espaciales propulsadas por una explosión nuclear tiene que ser muy diferente del actual. Las armas nucleares tendrían que estar completamente erradicadas, si alguna vez logramos alcanzar un óptimo orden social no faltarán todo tipo de oportunidades maravillosas.

Como marinero, Solem establece un paralelismo con su propia nave espacial nuclear, la pequeña medusa. Bien, lo que tienen en común este precioso yate de la Copa de América con la nave espacial Medusa es el espinnaker. El espinnaker es una vela muy ligera en la parte delantera de la nave que es impulsada directamente por el viento. En el caso de una nave espacial, esta estaría impulsada por una serie de explosiones nucleares. Medusa necesita a la Luna porque los explosivos nucleares que van a propulsar su espinnaker están revestidos de polvo lunar. La Medusa puede viajar a una velocidad de decenas de millones de kilómetros a la hora. Medusa podrá proporcionarnos viajes interplanetarios dentro de escalas temporales perfectamente humanas, incluso podría llevarnos a las estrellas. Alrededor de esas estrellas habrá planetas que florezcan como la Tierra o tal vez sea necesario el tipo de suerte que corrió nuestra Luna.

Ahora que hemos descubierto que hay planetas alrededor de otras estrellas, ¿qué nivel de importancia tiene la existencia de una Luna para que sean posibles unas condiciones de vida como las de la Tierra?. Si existen cien planetas alrededor de otras estrellas y cincuenta de ellos son parecidos a la Tierra, esos cincuenta planetas serán parecidos a la Tierra o para poder tener algo realmente parecido es necesario que tengan una luna. Hace poco empezamos a preguntarnos ¿qué posibilidades hay de que se forme un planeta como el nuestro?, que tenga una enorme luna como nuestra luna, en otros sistemas solares. Esa era una pregunta difícil porque parece ser que la Luna es un elemento vital para las condiciones de habitabilidad y de estabilidad del clima de nuestro planeta. Entonces para poder contestar a la pregunta ¿qué posibilidades hay de que existan otras tierras?, tendríamos que responder a la pregunta ¿qué posibilidades hay de que existan otras lunas?. Hasta la fecha se han descubierto más de veinte planetas alrededor de otras estrellas. Ninguno es como la Tierra, tal vez algún día, a bordo de Medusa divisaremos un plácido planeta azul alrededor del cual girará una enorme luna.