Cuando por fin llegaron a la montaña se encontraron con águila. –Tú tienes una excelente vista y nos puedes alertar del peligro- , le dijo Pedro a águila, -¿vienes con nosotros?-, estamos buscando un tesoro. Águila aceptó y se unió a Pedro y león, las montañas eran altas y rocosas, león resbalaba pero Pedro era lo suficientemente hábil para ayudarle a levantarse. Águila con su aguda visión vigilaba cada uno de sus pasos.