LEÓN: Pedro se puso en camino, anduvo durante mucho tiempo, y finalmente llegó a un bosque. Allí se encontró con león, -eres fuerte y valiente-, le dijo Pedro a león, -¿vienes conmigo a buscar un tesoro?-. León aceptó y se fue con Pedro, el bosque era denso y oscuro, Pedro tenía miedo, pero con león a su lado consiguieron cruzarlo. ÁGUILA: Cuando por fin llegaron a la montaña se encontraron con águila. –Tú tienes una excelente vista y nos puedes alertar del peligro- , le dijo Pedro a águila, -¿vienes con nosotros?-, estamos buscando un tesoro. Águila aceptó y se unió a Pedro y león, las montañas eran altas y rocosas, león resbalaba pero Pedro era lo suficientemente hábil para ayudarle a levantarse. Águila con su aguda visión vigilaba cada uno de sus pasos. OVEJA: Pronto llegaron al valle donde se encontraron con oveja, -¿te unes a nosotros en nuestra búsqueda del tesoro?- Pedro preguntó a oveja, -¿y nos abrigarás cuando hará frío?-. Oveja aceptó y se unió a Pedro, león y águila. Un viento frío barría los inmensos campos, todos se acurrucaban a oveja que les mantenía agradablemente calentitos. CAMELLO: Los cuatro llegaron al desierto donde se encontraron con camello. –Eres el mejor transporte para el desierto-, le dijo Pedro a camello, -¿nos ayudarías a cruzarlo y te unirías a la búsqueda del tesoro?-. Camello aceptó. Pedro, león y oveja montaron a camello y partieron contentos a cruzar el vasto desierto con águila disfrutando del espectáculo desde arriba. Camello comenzó a galopar y todos le animaban alegremente. Atravesar el desierto a lomos de un camello era muy emocionante. TORTUGA: Por fin los cinco llegaron al océano donde encontraron a tortuga. -¿Nos puedes ayudar a cruzar el mar?-, Pedro le preguntó a tortuga, -estamos buscando un tesoro-. Tortuga aceptó y se unió a Pedro, león, águila, oveja y camello. Las agitadas olas casi les hundían pero tortuga hábilmente las atravesaba. LECHUZA: En la otra orilla se encontraron con lechuza, que les habló con su sabiduría ancestral. –Felicidades, habéis encontrado el tesoro-. -¿Dónde está?-, exclamaron sorprendidos. –Juntos habéis cruzado el bosque, escalado montañas, os habéis atrevido con el valle, desafiado el desierto y cruzado el océano. Jamás lo habríais conseguido sin teneros el uno al otro-. TESORO: Se miraron unos a otros y reconocieron que lechuza tenía razón. Habían encontrado la AMISTAD. De hecho, habían encontrado el TESORO más grande del mundo.