El delfín de El tinglado
El delfín de El tinglado

Enlace permanente

« Javier Escajedo

Lengua-Literatura »

Imprimir

Los cuentos de Calleja

Cuentos de Calleja

Descripción

Saturnino Calleja (1853-1915) editó, escribió y publicó libros escolares, cuento infantiles y manuales didácticos con el firme propósito de alfabetizar una España que en aquellos años (s.XIX) alcanzaba un 75% de analfabetismo. Hizo famoso el "tienes más cuento que Calleja" a través de masivas publicaciones infantiles caracterizadas por ser numerosas, baratas, ilustradas y adaptadas a la infancia o al propósito didáctico en su caso oportuno.

 

Los niños salían de la escuela y podían comprar por unos pocos céntimos pequeños cuentos ilustrados junto a sus golosinas, cromos o pegatinas; padres y madres hacían lo mismo al comprar el pan u otros productos alimenticios en las tiendas de ultramarinos. Su lema fue enseñar deleitando, haciendo gozosa la lectura tanto adaptando contenidos como ilustrando ricamente los mismos a cargo de los mejores dibujantes e ilustradores de la época.

Hizo de sus cuentos y manuales escolares juguetes instructivos considerando que el libro "había de entrar por los ojos y hacerse simpático antes de conocerlo a fondo". Hoy, el libro ilustrado infantil es común; en el siglo XIX no lo era en absoluto y fue Don Saturnino el más destacado promotor de este propósito.

 

En el menú opciones (arriba-derecha) tenéis acceso a todas las opciones.


Por Javier Escajedo en Lengua-Literatura el 07.09.15 con 3 comentarios Bookmark and Share
Palabras clave cuentos, valores, expresión, comprensión, debate

Los comentarios están cerrados.

3 comentarios

     
Abajo

[1] Por Alejandro Valero el 08.09.15/18:23 Enlace permanente   Responder 

Alejandro Valero

Has creado una estupenda actividad, Javier, para inaugurar el nuevo curso escolar a la vez que los chavales inundan las escuelas. Los nuevos escolares deberían conocer cómo era el mundo escolar de sus bisabuelos, lo mucho que se ha tenido que hacer y sufrir en el pasado para que ellos disfruten de una educación acorde a sus necesidades.

Los que tenemos cierta edad siempre hemos conocido de oídas los cuentos y los libros de Calleja, pero ahora con tu actividad nos informamos de todo el mundo editorial que levantó Saturnino Calleja con el objetivo de modernizar la enseñanza de su tiempo y de poner las bases para la enseñanza del presente. Un esfuerzo considerable que tenemos que recordar a la vez que honramos la memoria de Saturnino Calleja, que fue un hombre admirable por todo lo que hizo.

[2] Por Ana M. Almarza el 08.09.15/23:56 Enlace permanente   Responder 

Ana M. Almarza

Genial, Javier, tu idea de recuperar estos cuentos para los niños tecnológicos del siglo XXI. Yo también he recuperado uno, La camisa del hombre feliz. Hace tantos años que no recuerdo quien me lo contó. Me ha encantado volver a leerlo y escucharlo. {#lang_emotions_smile}

[3] Por Javier Escajedo el 09.09.15/12:22 Enlace permanente   Responder 

Javier Escajedo

Las lecturas cortas en forma de cuento, fábula, historieta, leyenda y otras siempre me interesaron en cuanto centro de interés para fomentar en clase la lectura, la escritura, la expresión, el diálogo… máxime cuando este tipo de lecturas dirigidas principalmente a los niños contienen una moraleja, valores o enseñanzas con propósito educativo. 

No quiero olvidar viejas lecturas de siempre entre las que destacan las de Don Saturnino que hallé útiles en mis clases aun mediando la distancia en el tiempo y a pesar de los errores de la época que, como todas, tuvo los suyos en lo social, en lo político, en lo económico y como consecuencia en lo educativo. 

Saturnino Calleja quiso superar carencias educativas en su época, fue algo más que un editor, innovó mirando hacia delante, hacia el futuro. Creo que también se puede innovar mirando hacia atrás, hacia el pasado donde no todo fue mejor a la vez que tampoco todo tiene porqué ser desechable.

Me alegran vuestras palabras y veros por aquí iniciando curso y con ánimos renovados. Animemos este Tinglado donde pasado, presente y futuro sean algo más que tiempos verbales.

Ir arriba